Poco después de graduarse de la Escuela de Suboficiales Inocencio Chinca en la base de Tolemaida a principios de 2006, el cabo Carlos Eduardo Mora es enviado al Catatumbo, al nororiente de Colombia, un área infestada de grupos armados ilegales, como parte de la creación de la Brigada Móvil 15. Allí descubre los numerosos vínculos entre algunos oficiales y paramilitares, al mismo tiempo que se asesinan civiles para presentarlos como premios de combate.